Él levantó los hombros, son saber que más contestar.
- Mirá vos... - fue lo único que ella pudo decir, con lágrimas de dolor cayendo de sus ojos marrones (que en algún momento a él los habían "enamorado").
- Pero, escuchá, yo te amo -le dijo él, agarrandola de la cara, evitando que llorara, y para que lo mirara a sus raro (y encantadores) ojos verdes amarronados.
- Si, seguro. Se nota... - la última frase le daba vueltas la cabeza.
"Y... Creo que ya fue".
No.
Elllos se querían.
Se amaban, no?
No podía terminar todo ahí. No podía terminar todo así.
Se había detenido el tiempo; su corazón, su mente. No reaccionaba.
Volvió en si. Le corrió la cara, y salió corriendo.
Tenía que pensar en otra cosa. Despejarse.
No podían verla llorar, ni él ni nadie.
Esa charla había sido un mal entendido, al día siguiente arreglarían todo.
Era un mal sueño nada más.
Ellos volverían a estar juntos Seguirían siendo igual de felices, como habían sido dos meses atrás...
¿No?
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